
09 Ene Campamentos de verano: la labor que hay detrás. Nuestra querida compañera Lúa. Collado
Hoy queremos hablaros de la importancia de contar con un buen equipo para poder desarrollar los campamentos tal y como hacemos en Global Camp. Así que no se nos ocurría mejor manera de hacerlo que con una entrevista a nuestra querida coordinadora Lúa Collado. Gracias a ella y todo su equipo son cada vez más familias las que se sienten orgullosas de crecer año tras año a nuestro lado.
¿Cuántos años llevas trabajando en Global Camp? ¿Qué te motivó para ser coordinadora?
Llevo trabajando con Global Camp 4 años como coordinadora de ocio y tiempo y un año como monitora. Tengo 32 años y llevo desde los 17 desempeñando mi labor como monitora en distintos centros y campamentos. Decidí dar el salto a la coordinación porque, como educadora social, creo que es súper ventajoso para todos poder contar con una metodología, poder transmitirla a un equipo y que todos vayamos en la misma dirección.
Adoro trabajar con niños y niñas y también con adultos, creo que los monitores son un punto fundamental para que campamentos como Global Camp funcionen tan bien.
Parece que solo se ve la labor durante el campamento de verano, ¿puedes hablarnos de todo el trabajo que hay detrás?
La labor de coordinación es una tarea compleja y muy intensa. Más allá de los 15 días en los que se desarrolla un campamento, para que todo esto se ponga en marcha y salga a la perfección, intentamos durante todo el año dar lo mejor de nosotros mismos. La idea es ir creciendo para cubrir todos los intereses de las familias que forman parte de los campamentos.
Por otro lado, están los cuadrantes de actividades que se reparten a los monitores, las reuniones que se tienen con todo el equipo, la programación y el factor sorpresa el cual, para mi, es muy importante. Todos los años incluimos alguna actividad novedosa que sirva como motivación a los niños y niñas que van creciendo con nosotros y que llevan años y años viniendo, así pueden disfrutar siempre de algo nuevo que les haga verdadera ilusión.
¿Cuáles son esos pequeños secretos para hacer que más de 100 niños y niñas te hagan caso? ¿Cómo se consigue conectar con ellos?
A través de todos estos años y a través de la experiencia he aprendido que cada vez hay más cosas que aprender. Son los niños y niñas los verdaderos maestros. Nosotros, desde nuestros campamentos, intentamos tener una atención grupal de los cien niños y niñas en conjunto, una atención a pequeña escala en grupo y además una atención personalizada. Así podemos cubrir todos los aspectos y además generar vínculo con los peques. Se logra así una relación afectivo positiva que es recíproca y que hace que todo gire y fluya.
Nuestro pequeño gran secreto es muy sencillo pero muy efectivo: el cariño y el respeto hacia el niño o la niña como eje central que guía nuestra actividad educativa. A través de este vínculo ellos quieren ser partícipes pues se sienten parte del grupo.
Y no solo eso, si no que también se logra que cada día sea una jornada diferente, que los niños se levanten con ganas de saber qué va a pasar hoy. Es por ello que digo que hay mucho trabajo detrás de todo esto. Podemos comparar el campamento con una historia en la que tenemos tres partes claras: el inicio que es la fase de confianza y de conocimiento grupal. El nudo que es la fase en la que pueden surgir los diferentes conflictos. Dicho conflicto es algo positivo, pues tratado de la forma correcta nos ayuda a crecer a todos. Y el desenlace, la tercera fase, que es la de despedida. Es lo más bonito pues la puerta se queda abierta al reencuentro gracias al vínculo afectivo que se ha creado.
Háblanos de la importancia de elegir bien a tu equipo
La elección del equipo es fundamental para que el campamento se desarrolle perfectamente. Los monitores pasan por las mismas fases por las que pasan niños y niñas. Para ello, se deja la vida de cada uno fuera del campamento y se inicia una nueva etapa. Es importante que todo el equipo sea como una familia que se ha de complementar.
Es un trabajo muy duro en el que no se para en las 24 horas que dura el día, sin embargo, es un trabajo muy bello, porque al hacer felices a los niños, nosotros, monitores, coordinadores y demás parte del equipo también nos sentimos muy felices. Las cualidades más importantes de los monitores es que, primero de todo, tengan una vocación clara hacia este tipo de trabajos. Se trabajan con niños por lo que cada monitor debe contar además con una buena formación, en especial en el campo de la educación.
Estamos en un campamento para pasarlo bien por lo que todo, incluidos los límites, se debe enfocar desde el cariño, el respeto, la participación, el no castigo, la comunicación y el trabajo en grupo. Es así que se pueden conseguir muchas cosas. Por todo ello los monitores deben ser agentes de cooperación, de creatividad y de amor.
Gracias Lúa por tu trabajo, tu experiencia y tu cariño incondicional. ¡Seguimos creciendo juntos!
No hay comentarios