Cómo aprender a liderar la educación de nuestros hijos
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Liderar la educación de nuestros hijos

liderar la educación de nuestros hijos

Liderar la educación de nuestros hijos

La educación de nuestros hijos es la empresa más importante en la que nos embarcamos como padres; un proyecto de vida que no siempre es fácil y que, en la mayoría de los casos, está plagado de dudas, fracasos y situaciones de “prueba y error”. Muchos hubiésemos querido que, en lugar del famoso “pan bajo el brazo”, los pequeños hubiesen llegado con un “manual de uso” que nos hubiese guiado en este cometido.

Pero con el paso del tiempo, y a base de lecturas, uno llega a descubrir pequeñas perlas de sabiduría que te ofrecen sencillas pautas aplicables en tu día a día y que te permiten poner en práctica técnicas que te ayudan a mejorar la relación con tus hijos. Eso justo me ocurrió cuando La mochila del líder cayó en mis manos: un breve manual a lo largo del que su autor, Andrés París, desgrana sencillos trucos (contrastados con sus propios hijos) que además de ser útiles para la educación de nuestros hijos, les empoderan y los hacen sentirse útiles y madurar; una parte, esta última de la educación que muchos dejamos de lado.

La educación de nuestros hijos a través de los retos

Recuerdo la lectura hace más de 15 años de una entrevista a una afamada pareja de psicólogos (perdí el recorte…) que daban consejos para criar niños responsables. Uno de ellos era ponerles cada día pequeñas trabas que ellos deberían resolver, pequeños retos adecuados a su edad (hacerse las mochilas, meter la ropa en la cesta o dejar su cama hecha); y es que la educación de nuestros hijos educar es también ponerles retos, animarles a asumir nuevas tareas que les den seguridad y fortalezcan su autoestima; así, el autor nos relata cómo fue la primera vez que encargó a su hijo su primer “recado”: bajar a comprar pan; o cómo abrir nuevas vías de comunicación con ellos para que puedan expresarse con libertad, y nos permitan a nosotros como padres conocer sus miedos y frustraciones (algo fundamental cuando llegan a la temida adolescencia).

Pero La mochila del líder va más allá, ya que los ejemplos que el autor incluye en el libro no están orientados únicamente a la educación de nuestros niños, sino que tienen como objetivo ofrecer a los gestores de equipos (jefes, profesores, entrenadores, monitores de campamentos de verano o cualquier otro profesional que deba gestionar un equipo de personas) pautas para empoderar nuestros equipos y hacerlos crecer en todos los aspectos.

Y es que, como se suele decir, “El líder no nace, se hace”, y quienes precisamente “lo hacen” son, sobretodo, quienes trabajan o viven con él; el líder se define así como una persona que sabe guiar a su equipo, le da buenos consejos y disfruta con los logros de su “equipo”, sintiéndolos como propios. El líder busca el crecimiento personal y profesional de quienes trabajan o conviven con él.

En resumen, es una persona generosa y sincera, que se comunica siempre en un tono positivo, pero haciendo valer las peculiaridades de cada miembro de su equipo o familia; que propone retos asumibles a sus colaboradores e impide así posibles frustraciones.

¿Y tú, eres un líder?

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