
29 Sep ¿Cómo se consigue la felicidad de nuestros hijos?
Creo que no me equivoco si digo que la prioridad principal de cada padre es la felicidad de nuestros hijos. Y es que cuando tomamos la decisión de dar vida a un nuevo ser, nuestra escala de preferencias cambia por completo, pasando los hijos a ocupar la pole position de esta carrera hacia… ¿dónde? la felicidad. “Que los padres quieran la felicidad para sus hijos es una necesidad normal, al igual que quieran que tengan éxito en la vida, que no enfermen o que coman adecuadamente. Forma parte de la paternidad y es más, de la paternidad responsable”, apunta Ana Saro, psicóloga clínica.
Quizás por ello sufrimos en sus primeros años de vida cuando tenemos que elegir guardería o el colegio, en el momento que llegan al instituto y se tienen que enfrentar a duros éxamenes y entregas de trabajos, o al mandarles por primera vez a un campamento de verano con la incertidumbre de si estarán bien atendidos y se lo pasarán bien. Y en todas estas fases, la misma pregunta retumba en nuestra cabeza: ¿Es feliz mi hijo? Según el II Estudio Imaginarium sobre felicidad e infancia, que ha realizado más de 4.700 encuestas online con un margen de confianza del 95%, el 85,74% de los padres españoles se muestran muy preocupados por el futuro de la felicidad de sus hijos.
¿Cómo se consigue la felicidad de nuestros hijos?
La felicidad no solo es el fin de cualquier ser humano sino un factor que influye mucho en la formación y construcción de la personalidad de uno, de ahí que lo que se viva, se sienta y se experimimente durante la infancia cobre una especial relevancia a medio largo plazo. Y quizás, conscientes de ellos, muchos padres consideran que sus hijos no son felices: a pesar de todas las comodidades y facilidades que están a su disposición, el 9,6% de los padres cree que sus hijos no son felices, es decir, 1 de cada 10 niños españoles es infeliz.
Los principales motivos de esta infelicidad son, según sus padres, no pasar suficiente tiempo con la familia (28, 28%), no tener suficiente tiempo para jugar (20,79%) o ser castigados (18,57%). En el fondo, lo que siempre oímos y de lo que somos conscientes: la falta de poder disfrutar de más tiempo de calidad con nuestros hijos, algo que opinan el 98,68% de los padres encuestados, aunque solo alrededor de un 60% lo lleva a cabo, debido a la poca flexibilidad horaria de los trabajos. En este punto Leo Larache, responsable de Gestionando con hijos, comenta: “Para conseguir la felicidad de nuestros hijos es fundamental la buena compañía, el cariño, la sonrisa y el amor. En definitiva, hacer que se lo pasen bien a través del juego y del divertimento, entendido como un estímulo y una disciplina positiva”.
Los juegos que favorecen la felicidad de nuestros hijos
¿Qué actividades favorecen la felicidad de nuestros hijos? Aquí hay un amplio abanico de opciones, pero según el estudio sobre la infancia y la felicidad de Imaginarium, ganan por goleada todos los que lleven ruedas, dícese de bicicletas, vehículos, patines, patinetes… Seguidos muy de cerca, nos encontramos con los juegos de construcción y lógica y, en tercer lugar, los relacionados con las manualidades, el arte y la música. Para sorpresa, o quizás no tanto, en los últimos puestos se sitúan las tabletas y los móviles. “Esto se debe a que el juego real -explica la psicóloga Ana Saro-, entendido como una herramienta simbólica con la que los niños aprenden valores, reglas y roles, es consustancial a la felicidad en la infancia, porque el juego es divertido, les hace reír y disfrutar mientras aprenden”.
En el colegio, con los amigos, en el parque y, sobre todo, con los padres… la felicidad de nuestros hijos pasa por dedicarles tiempo y por emplear esos minutos, horas o días -cada cuál tiene que encontrar su hueco- a jugar con ellos y a intentar, por qué no, volver a nuestra infancia, cuando el juego era nuestra constante en nuestro día a día, y es que un niño que juega es un niño sano.
Gema Gómez Torres
Publicado en 13:27h, 30 octubreMe ha gustado muchísimo…gracias
GlobalCamp
Publicado en 10:04h, 31 octubreGracias a ti Gema
Roberto
Publicado en 11:42h, 21 noviembreMuy interesante, como siempre.
GlobalCamp
Publicado en 12:44h, 21 noviembreNos alegra que te haya gustado Roberto un abrazo
Gonzalo Perez
Publicado en 12:24h, 21 noviembreUn niño que juega es un niño sano claro que si. Gracias por el artículo!
GlobalCamp
Publicado en 12:46h, 21 noviembreGracias Gonzalo a ti por leernos, totalmente de acuerdo contigo.
MarySol
Publicado en 18:41h, 21 noviembreMuy interesante el articulo. Y claro q un niño q juega es un niño feliz